Patrimonio de Lo Barnechea
Temprano por la mañana salían desde nuestra parroquia numerosos cuasimodistas en caballos y bicicletas ornamentadas para la ocasión, escoltando al Santísimo Sacramento, que era llevado por nuestro párroco, Padre Iván, y diácono, Miguel Haggar.
De ese modo, en Segundo Domingo de Pascua, cumplíamos la tradición chilena de llevar la comunión a todos los enfermos que, por su avanzada edad o complicaciones médicas, no pudieron participar de las celebraciones pascuales.
Ellos esperaron a Jesús Sacramentado reunidos en familia, con altares y entradas de sus casas hermosamente decorados, muestra de una fe inquebrantable a pesar de las dificultades.
Tras completar el recorrido, nos dirigimos a la medialuna de la comuna, para celebrar la Santa Misa al mediodía. De esa forma, coronamos esta bella fiesta, que engalana nuestros barrios y de la que todos los vecinos se sienten parte.
¡Sea por siempre bendito y alabado, el Santísimo Sacramento del altar!